
La confesión no sólo quiere acusar al hijo deshonesto. Quiere señalar que sólo por una fuente así pude haberlo escuchado. En aquéllos días no era tan fácil conseguir música por internet, y conozco a pocos aficionados a la canción francesa. Yo quería escuchar a este sujeto que David Bowie admiró tanto como para grabar uno de sus temas. La colección de mi padre fue daño colateral. Ahora puedo confesarlo, tantos años después. No es un mal sujeto, mi padre.
1 comentario:
la música francesa toda suena parecida... no sé con precisión que es... Yo no soy aficionado, pero alguna vez por error terminé con algunas gigas de música francesa en mi pc, el favor se lo debo a Sebastian Valmoz. Había cosas cheveres, pero en general me aburrió, todo me sonaba tan parecido entre si.
PDT: ud es un cochino ladron y le voy a decir a su padre...
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