2 de enero de 2012

The Decemberists - Rox in the Box



















He escuchado O Valencia incontables veces, siempre con una queja sobre su letra. Es una historia a lo Romeo y Julieta contada con ingenuidad, me parece. Disfrutaba de la música de The Decemberists pero desconfiaba de sus letras. Rox in the Box cambió mi idea sobre ellos; hay una arrolladora lucidés en la frase "So while we're living here, let's get this little one thing clear, there's plenty of men to die, you don't jump your turn" (Mientras vivimos aclaremos una cosa, hay muchos hombres para morir, no te saltes tu turno). Una frase así, creo, podría ser usada en una campaña para prevenir el suicidio. A la larga, el suicidio es sólo impaciencia, parece decir la linea.

3 de noviembre de 2011

The National y Migala




Encuentro afortunadas semejanzas entre Lemonworld de The National y That woman de Migala; la voz de barítono del cantante o el tono lánguido de la melodía, entre otras. Ambas son agrupaciones son extrañas una de la otra, una española y la otra norteamericana; una disuelta y la otra escalando en popularidad.

En lo personal, disfruto ambas canciones; las confundo cuando las recuerdo y eso me agrada. Es un tipo de belleza no excepcional, capaz de degradarse en copias sucesivas, repetirse, y conservar un encanto. 

13 de octubre de 2011

Leonard Cohen - Memories



















La música también es una animadora del recuerdo, una detective de la memoria. No lo digo yo, claro, son palabras de Oscar Wilde:

"Luego de tocar Chopin, siendo como si hubiera llorado por pecados que nunca cometí y padecido tragedias ajenas. La música siempre produce ese efecto; crea un pasado que uno ignoraba y lo llena a uno de penas que han estado escondidas de las propias lágrimas. Por ejemplo, un hombre que ha llevado una vida perfectamente corriente, escucha por casualidad alguna pieza interesante y de repente descubre que su alma, sin que él lo haya sabido, ha pasado por experiencias terribles y conocido placeres inimaginables, o tenido peligrosos romances o realizado grandes renuncias".

Leonard Cohen: Memories

16 de septiembre de 2011

Bonnie "Prince" Billie - Love Comes to Me



















Esta es una entrada en el blog que nunca completaré. No creo que importe demasiado. Si nada sale mal, próximamente tendré la oportunidad de cenar con Will Oldham, es decir con Bonnie "Prince" Billie. Detrás de sus canciones sólo puede haber un tipo raro y parcialmente impenetrable.

No dudo que la inspiración sea un don mágico e inexplicable. La musa viene a su antojo y se va inesperadamente. Creo que nadie es digno de la inspiración, de un buen verso, pero ella viene a veces de todas formas. Inspirada la canción esta de "Love comes to me".

Bonnie "Prince" Billie: Love Comes to Me""

4 de septiembre de 2011

The Apples in Stereo - Radiation



















Robert Schneider, el líder de Apples in Stereo, es un ingeniero de sonido y disfruta jugando con instrumentos y tonalidades inusuales. Escribió las canciones del disco New Magnetic Wonder en una escala de notas que él mismo creó y, como curiosidad, incluye esos sonidos en el disco original cuando se inserta en el computador. Lo sé porque lo tengo en mi colección en Colombia. Sólo que ahora tendría que tomar un avión para llegar a ella.

En Radiation, Schneider recomienda regresar al lugar donde nos sintamos libres. Pero digo, él debe haber estado en un avión y saber que no hay un lugar menos restrictivo, menos libre.

20 de agosto de 2011

Times New Viking - No Room to Live



















Una solución para la nostalgia o la melancolía podría ser escapar del país natal y aterrizar en una ciudad extraña, en un hostal incierto, y convivir con extraños mientras se busca un lugar permanente. Pero no hay lugares permanentes.

Lo digo en teoría no más. Yo creo que podría funcionar.

Times New Viking: No Room to Live

6 de agosto de 2011

The Head and the Heart - Down in the Valley



















No tengo ánimos para describir por qué me gusta tanto este tema de The Head and the Heart; tengo con él una asombrosa empatía que va más allá del contenido de su letra. Me hace recordar un fragmento de "Por los tiempos de Clemente Colling" de Felisberto Hernández, cuando él recuerda su experiencia al escuchar una pieza para piano:

"...Pero cuando después tocó una composición de él, un nocturno, lo sentí verdaderamente como un placer mío; descubría la coincidencia de que otro hubiera hecho algo que tuviera una rareza o una ocurrencia que sentía como mía, o que yo la hubiera querido tener. La melodía iba a caer de pronto en una nota extraña, que respondía a una pasión y al mismo tiempo a un acierto; como si hubiera visto a un compañero que hacía algo muy próximo a mi comprensión, a mi vida y a una predilección en que los dos nos encontrábamos de acuerdo; con esa complicidad en la que dos camaradas se cuentan una parecida picardía amorosa. Yo había encontrado camaradas para otras cosas; pero un amigo con quien pudiéramos representarnos el amor en aquella forma era una secreto de la vida que podíamos ir atrapando con escondido regocijo de más sorpresas, de esas que dependen mucho de nuestras manos".

The Head and the Heart: Down in the Valley