28 de julio de 2009

Hank Williams / Madeleine Peyroux - Weary blues












Es interesante escuchar cómo el mismo hilo de melancolía atraviesa ambas versiones de "Weary blues". Puede parecer obvio porque que se trata de la misma composición, sin embargo creo que la relación entre ambas interpretaciones es un poco más profunda, más parecida a una hermandad, como si ambos cantantes hubieran sido golpeados por el mismo rayo.

No sé el año preciso en que se grabó "Weary blues from waitin'"; Hank Williams murió en 1953 y la canción se lanzó póstumamente, lo que hace pensar que fue poco antes. La versión de Madeleine Peyroux salió en un disco del 2004, por lo que le lleva un poco más de cincuenta años a la original. Aún así, no puedo dejar de pensar que ambos cantantes se encontraron en algún momento, que sus voces se toparon en algún callejón o en alguna vereda de quién sabe qué región.


20 de julio de 2009

The National & St. Vincent - Sleep all summer














Conocí Sleep all summer gracias a una nota de Nick Hornby. Aquí va una traducción precaria de una de las plumás más lúcidas que conozco en lo que a música popular se refiere:

En lo que va del año, mi canción favorita es un cover. La versión original es de Crooked Fingers, una banda que en mi vida había escuchado nombrar, lo que hace que me pregunte, no por primera vez, cuántas otras canciones hermosas, brillantes, andan por ahí escondiéndose de nosotros (estoy seguro que son centenares, y es algo bueno saber que sorpresas así nos esperan por el resto de nuestra vidas como escuchas). La versión que he estado escuchando es de The National y St. Vincent, una combinación de voces de por sí adorable, pero la canción es perfecta, verdaderamente rompecorazones: irónica, melancólica, precisa en la construcción de una atmósfera que no se explora con frecuencia.

Mientras la mayoría de críticos musicales juzgan, aceptan o rechazan, es fantástico leer a alguien que simplemente escribe sobre una buena canción y al tiempo nos recuerda lo buena que puede ser la música.

15 de julio de 2009

Jeff Buckley - Grace


















Hacer una lista de músicos muertos prematuramente sería una labor demasiado extensa; desde los casos más famosos como Jim Morrison o Jimi Hendrix o Kurt Cobain a otros no tan célebres como Nick Drake, Elliot Smith o Ian Curtis. Lo cierto es que, talentosos o no, todos adquieren cierto halo de misterio, posiblemente porque su muerte abre para siempre interrogantes que sólo se contestarían con los años. Es inevitable preguntarse qué habría sido de ellos: si se hubieran retirado tranquilamente, estaban a punto de grabar su obra maestra, cerca de venderse al mercado comercial, o, más triste, si se iban a convertir en músicos corrientes, olvidables.

Jeff Buckley es uno de esos casos de muerte prematura. No superó las tres décadas de vida y falleció absurdamente arrastrado por la corriente de un río. No sé si el saber que está muerto le de un nuevo sentido trágico, premonitorio a una canción como Grace; lo cierto es que ya no puedo escucharla con inocencia, sin dejar de pensar que el azar no le dio otra oportunidad a Buckley, que tal vez alguien que cante con esa potencia no puede vivir demasiado tiempo. Pero claro, deben ser ideas arbitrarías, y "Grace" no es más que una canción como cualquier otra grabada por un músico talentoso. Es muy posible que sean sólo ideas mías.

10 de julio de 2009

Japandroids - Wet hair


















No deja de asombrarme que los Japandroids logren un tema tan fantástico como Wet hair con solo una guitarra, una batería y un reducidísimo número de acordes. Ya sé que ese es el espíritu del punk: la simpleza y la intensidad, pero uno pensaría que la fórmula de los tres acordes se agota después de 30 años, que debe buscar nuevos horizontes, evolucionar, qué sé yo. Frente a todo lo que pueda uno pensar, y aunque se quiera buscar nuevos sonidos de vanguardia o afirmar que el punk está muerto, toda sentencia parece insignificante frente a dos sujetos con un tema minimalista y estupendo como "Wet hair". Hace falta poco para recordar lo bueno que puede ser el rock: dos voces sepultadas bajo una guitarra ruidosa y una batería que pulsa impávida. Sólo eso.

4 de julio de 2009

Gepe - Estilo internacional

















Me imagino a Daniel Rivero, cuando grabó Estilo internacional, como un tipo en un cuarto, encerrado con un puñado de ideas tachoneadas en papel sobre una cama destentida, un computador, una chaqueta botada en el suelo y algunos instrumentos, quizá corriendo de un lado para otro mientras decide cuál funciona mejor. Muchos discos alrededor, libros también, y afuera, al otro lado de la ventana, un tarde sin luz ni calor.

Tal vez "Estilo internacional" esté lejos de ser una grabación perfecta, pero puede que sea su austeridad la que le da ese aire conmovedor. En todo caso, cuatro años después de esta canción, Gepe ya tiene cierta popularidad en su país de origen, Chile, y su último Ep (que está para descarga gratuita aquí) es fantástico pero suena bastante más pulido, elaborado, sin ese halo de intimidad. Es una fortuna que aunque pasen los años, la música siga igual.

1 de julio de 2009

The Rolling Stones - Rocks off


















A veces se asocia a los Rolling Stones con la intensidad y simpleza del rock y el blues. Creo que Rocks off tiene bastante de la primera característica pero poco de la segunda. En principio parece construida sobre un riff de guitarra simple, pero apenas avanza un poco se puede escuchar la voz de Mick Jagger sepultada entre coros, arreglos de vientos, teclados, y a veces incluso un eco de ella misma que grita desde un lugar que debe parecerse bastante al caos; las trompetas responden, el teclado hace más percusión que melodía, y Keith Richards canta a la par de Jagger. Incluso, al llegar al minuto 2:30 hay unos segundos de descanso, con una voz distorsionada que rompe en la fantástica línea "The sunshine bores the daylights out of me".

Conozco a muchos músicos de profesión y la mayoría de ellos admiran a grupos progresivos como Dream Theater;Tool; Yes o Emerson, Lake and Palmer. Elogian el virtuosismo de sus integrantes, pero dudo que disfruten esas canciones instrumentales de 15 minutos. En cambio, algo como "Rocks off", sin que pase los cinco minutos, es un tejido tan caótico, con tantos hilos, nudos y hebras... Me gustaría escuchar a alguna de esas agrupaciones progresivas intentar algo tan intrincado en tan pocos minutos.