12 de febrero de 2010

Jakob Dylan - Something good this way comes



No puedo imaginar cómo se siente ser hijo de Bob Dylan y dedicarse a la composición de canciones. Creo pensaría que mi padre llena bastante bien la cuota musical de la familia. Que a diferencia de el cabello rizado o del apellido, el genio no se hereda. Que no es una competencia, pero él comienza ganando.

No tengo idea de la opinión de Jakob Dylan sobre esa enorme sombra que cuelga sobre él. Pero se me ocurre que sobre Bob Dylan también tiene una enorme sombra: el viejo Bob de sus discos clásicos de los sesenta y setenta, esos mejores días que no regresan. El caso es que ambos, papa e hijo, continúan grabando con serenidad, y ocasionalmente logran canciones brillantes. Tal vez algunas cosas sí se hereden.

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