20 de junio de 2009

The Felice Brothers - Penn Station

http://www.pastemagazine.com/articles/2009/04/03/felice_brothers_yonder.jpg

Existen hoy en día tantas herramientas para grabar y pulir la música en estudio que casi puede decirse que dejar escapar un error en una canción es una decisión, no un accidente. La evidencia está en la producción impecable de buena parte del pop y la música electrónica. Por eso resulta refrescante escuchar la espontaneidad de Penn station de The Felice Brothers: la voz desgarrada que intenta subir más de lo debido al cantar "well i dieeeed"; el sonido seco, casi vetusto, de la batería; las voces de respaldo desordenadas, como si fueran coreadas por ebrios en una cantina, y precisamente ese segmento donde se escucha a un violín en medio del bullicio animado por las palmas y los pies.

Sé que un sonido así es una labor deliberada, díficil quizás, porque llegar a la espontaneidad también puede implicar esfuerzo, y la sencillez (o por lo menos su ilusión) es un punto de llegada, no de salida. Aún así, es divertido escuchar "Penn station" e imaginar que fue grabada en vivo en una taverna habitada por sujetos de sombrero negro y barbas mal afeitadas.

4 comentarios:

Anónima dijo...

me he preguntado varias veces porque me gustan tanto the felice brothers, sin respuesta alguna porque no hago este tipo de analisis o descripciones que ud hace y porque claro yo no se de tecnicismos de musica en lo mas minimo podria decirse

eso de la supuesta espontaneidad es cierto, quiza por eso me gusten mucho, y tambien por ese supuesto ambiente de grupo de amigos cantando, y yo le agregaria por esa alegria que hay entre su musica

Gaines dijo...

Lo fantástico de la música que se puede escuchar sin prevenciones; no hay que saber cómo se llama el artista o la canción para disfrutarla. Pero igual pasa que de tanto escuchar uno empieza a preguntarse cosas ¿no?. A mí me gustan los Felice y ya, pero igual me parece interesante buscar por qué, así sea como ejercicio ocioso.

yacasinosoynadie dijo...

la canción esta una chimba... tiene un aire a música de carretera...

es lo que escucharía un galán y una rubia que entran a una taberna a la orilla de una autopista luego de huir de la policía. Una taberna sucia y desordenada en la que bailan mujerzuelas que se quitan la ropa...

Que pena el vídeo, pero es exactamente la imagen que me trae la canción.

Tristan Trilce dijo...

Absurda lo prolífico de los tipos. Debería decir: la mejor canción de The Felice, en Katie Dear o Christmas Song o Hey Hey Revolver. Y entonces pensarlo fácilmente como el grupo más triste de la historia. Pero no sé si me gustan más acaso Penn Station o Take This Hammer.
Seguramente la conclusión sea la misma: los más tristes. Pero sus manera de contar la tristeza parecen inacabables.