25 de agosto de 2010

Wilco - Company in my back



















Puede sonar a sacrilegio, pero le tengo cierta prevención a las versiones en vivo de los temas que me gustan en estudio. El estudio es un terreno seguro en el que los artistas cuentan con todos los instrumentos, los computadores y los efectos, para lograr el sonido buscado, aquél que imaginaron. En cambio, en vivo juegan todo tipo de contingencias, desde el ánimo de los músicos hasta la calidad de la grabación, pasando por el ruido del público. Pensado así, parece natural preferir las versiones de estudio.

No obstante, cada cierto tiempo escucho alguna interpretación en vivo en la que todas las circunstancias afortunadas confluyen con armonía para registrar un instante precioso. Es una suerte tan extraordinaria como recibir cuatro ases en la primera mano de una partida de poker.

Company in my back no me hubiera gustado tanto de no escuchar su versión en vivo. Creo que no hay diferencias radicales si se compara la original; no hay solos extensos adicionales o cambios en letra o  melodía. Sin embargo, gana cierta vitalidad inexplicable que quizá sólo se logre lejos de territorio seguro, cuando se permite al azar de que lance sus cartas.

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